16 junio 2007

El Arte de Escuchar

Los llamados “standars” en jazz, como en otras músicas, son temas que se han convertido en clásicos por lo que aportaron en su momento: ya fuera innovación, oportuno mensaje, sensibilidad compartida de carácter universal,… Pero además, y sobretodo, son de una belleza aceptada y en cierto sentido apropiada (que la hacen propia, suya) para que innumerables músicos e intérpretes la hayan ejecutado, confiriéndole su personal sentimiento o adaptación a los conceptos imperantes en el tiempo, variando armonías, espacios, cromatismo o ritmos, sin que por ello perdiera lo esencial, sino que por el contrario en la mayoría de los casos, lo honran y realzan desde ángulos hasta ese momento no contemplados. Quizá en esto radique la mayor diferenciación (y grandeza) del jazz con otros estilos y su aportación al arte en general y a la música en particular. Si buscáramos una palabra que lo definiera, esta sería libertad. De ahí su monumental evolución. Nada ha atado a los creadores de esta música y en un solo siglo han abierto más posibilidades y direcciones que nunca hubo, inspirando e influyendo a otras corrientes y, libre también, para integrar la herencia del pasado y los avances tecnológicos.




Quién se adentra en el mundo del jazz, no sólo se ve embargado o siente ese pellizco de algo complaciente y auténtico; entra en un espacio en el que cada descubrimiento lo lleva a algo aún mejor y lo transporta a lo intemporal. No queda la cosa en escuchar música, no; no quieres sólo sentirla, quieres comprenderla, conocer su historia y protagonistas, porque, de alguna manera, te sitúan en el momento, en la realidad, en la cultura que te tocó vivir y en ello te ves reflejado. Si además te embarga esa misma sensación que provoca algo en tu intelecto, en tu imaginación, de recrear imágenes y no sólo recibirlas, o que hay múltiples, infinitas direcciones donde es imposible distinguir fronteras, te encuentras frente a algo tan grande, tan esencial, como que UNO es el verdadero arte en cualquiera de sus manifestaciones.
Un libro de múltiples lecturas, o la sobrecogedora y bella grandeza de una catedral te hablan de algo que queda oculto para muchos, algunos intuyen y otros tienen la fortuna y el tesón de descubrir. La mayor enseñanza a la que me avocó esta afición por el jazz, fue que escuchar a otros apasionados por otras formas de creación, de arte, reconocía en ello lo que este amante de la música, entiende como el jazz de la vida. Como rezaba en la inscripción de una taberna en las que tuve mis primeros encuentros con el flamenco siendo un adolescente, casi un niño y que nunca olvidé: “Saber escuchar es un arte”. Cultivemos pues, el arte de escuchar.


La selección

Las audiciones seleccionadas a propósito de este post, he tratado que representaran lo clásico y el jazz, bien porque ya se han ganado ese atributo y se las reconoce como clásicos standars, o por el tratamiento que hace el propio artista de la obra, como por ejemplo puede observarse en el tema 9 "Variatión Five" (Beethoven: Allegretto from Symphony No. 7) o en el reage "No Woman, No Cry". Pero creo que lo más apropiado es que lo escuchen y cada uno practique un poco el arte del que hoy hablamos. Disfrútenlo porque hay verdaderas maravillas.



  • 01 - Part II - Soprano Saxophone - (Paul Horn)
  • 02 - Rhapsody in Blue - (George Gershwin)
  • 03 - Suite - Tropical Jam - (Michel Camilo)
  • 04 - Armando's Rhumba - (Chick Corea)
  • 05 - Concierto De Aranjuez (Adagio) - (Miles Davis)
  • 06 - Fantasia [to Amanda] - (Eliane Elias)
  • 07 - Part II c - (Keith Jarrett)
  • 08 - Variation Five - (Jacques Loussier Trio)
  • 09 - Yesterdays - (Paul Chambers)
  • 10 - Anastasia - (Stefano Di Battista)
  • 11 - No Woman, No Cry - (Charlie Hunter Quartet)
  • 12 - Summertime - (Charlie Parker)
  • 13 - Anasazi Journeys - (R. Carlos Nakai (with Paul Horn))
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La foto

Harold Whittles, el niño que aparece en la foto, era sordomudo de nacimiento. La instantánea realizada por Jack Bradley justo en el momento que le pusieron el audífono, recoge la expresión de Harold al recibir el primer sonido de su vida: su propia voz


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Oi, achei teu blog pelo google tá bem interessante gostei desse post. Quando der dá uma passada pelo meu blog, é sobre camisetas personalizadas, mostra passo a passo como criar uma camiseta personalizada bem maneira. Até mais.

Unknown dijo...

Rodrigo:
Gracias por tu comentario.
Visitaré tu blog

Sergio dijo...

Toda la música tiende a converger y a disgregarse estilísticamente al mismo tiempo.

En cada una de nuestras voces se dejan escuchar palabras que hemos escuchado con anterioridad, en un plan Bajtíniano o algo así.

dèbora hadaza dijo...

Que linda cara de sorpresa! interesante blog

Gonxalo Oyanedel dijo...

Aunque mi amor por el jazz supera a mi erudición en este campo, aún guardo la sensación que me dio escuchar "The Way You Look Tonight" reconstruida por Baker y Getz. Conozco discos de rock pesado que palidecen en intensidad.

Sobre el tema libertad, me encuentro hojeando un interesante libro escrito por Luc Delannoy sobre la evolución del Jazz latino y bueh, sólo reafirma tus dichos.