29 marzo 2007

Jazz in Blues


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Audiciones seleccionadas


  1. Blues For Joe Farrell. El trio de Joe Beck dedica con fuerza este sentido blues al desaparecido Joe Farrell del que fueron compañeros allá por los 80.

  2. Blues For the Orient. Con seguridad uno de los más exquisitos temas estos aires orientales a través del oboe y la flauta de bambú de Yusef Lateef.

  3. Ella Fitzgerald en directo nos vuelve a dar una lección de cómo se puede cambiar el ritmo en este St. Louis Blues y transportarnos a unas increibles improvisaciones de "scat".

  4. Blues in the Closet. Otro extraordinario directo donde Toots Thielemans, Joe Pass y Pedersen despiertan la apoteosis en el público con este largo tema lleno de improvisaciones con harmónica, guitarras y bajo.

  5. Este acariciador Funky Blues del álbum "Muchas gracias" de Luís Salinas es una muestra del virtuosismo de este guitarrista argentino tan querido en España.

  6. Teenie's Blues. En clave de free jazz este blues de Oliver Nelson con todo un plantel de lujo: Oliver Nelson (alto & tenor saxophones); Eric Dolphy (alto saxophone, flute); George Barrow (baritone saxophone); Freddie Hubbard (trumpet); Bill Evans (piano); Paul Chambers (bass); Roy Haynes (drums).

  7. La flauta de Sam Most "vuela" por este The Humming Blues.

  8. The Wrong Blues. Las rítmicas improvisaciones de Keith Jarrett (piano); Gary Peacock (bass); Jack DeJohnette (drums), nos llevan de ida y vuelta por este cadencioso blues.

  9. New Blues. Para Miles Davis el blues fue una constante en todas sus épocas. Versión en directo de este electrificado blues en la última etapa de su carrera.

  10. Granpa Blues. Finales de los 70. El jazz de Chick Corea se electrifica, se fusiona y experimenta con el rock. Este "sintetizado blues" es de una indiscutible originalidad.

  11. Take It To Church de Jason Lindner en directo. El blues de la ciudad sigue presente en la actual escena jazzística de Nueva York.

  12. Y por último, el clasicismo de The Modern Jazz Quartet en este Really True Blues.

¿Y por qué no Blues in Jazz?

Dado que el blues es una de sus raíces, aunque no la única, la mayoría de los músicos de jazz han tocado blues. El jazz trascendió al blues, evolucionó mucho más allá, adoptó otras formas y se universalizó. El blues permanece, sigue manteniendo sus doce espacios con sus acentos siempre en el mismo lugar, y aunque un músico puede hacer blues o jazz, se dan casos en los que intérpretes de blues son acompañados por músicos de jazz. Cuando esto ocurre, permanece el sentimiento y la estructura es clara, pero el color de la música se enriquece con la instrumentación. Otra cosa distinta ocurre cuando un intérprete de jazz hace blues. A veces resulta difícil reconocer éste. La diferencia está en lo que caracteriza al jazz: la improvisación, el dominio del instrumento y la superposición o cambios de ritmos y tiempos saliendo y volviendo a la idea principal con total libertad, permitiendo así poner de relieve el carácter individual, el sonido y sentimiento personal de cada uno de los solistas, reflejándose en la totalidad de la obra.

Siguiendo este impulso me puse a seleccionar músicas que tuvieran o se "entreviera" el blues de alguna forma. En poco tiempo la lista creció, creció y creció. A poco que busqué, salté a la música caribeña, al flamenco, música marroquí, ... Comprendí que debería parar si no quería seguir hasta el resto de mis días. Y paré. Me centré en el motivo principal: el blues y el jazz. Y más concretamente en cómo los músicos de jazz entienden e interpretan el blues, o dicho de otra forma, como hacen jazz con el blues. De ahí que haya preferido llamar esta serie Jazz in Blues. Para entendernos, que sea más jazz (más improvisación, más individualidad) que blues (la base, la idea), unidos ambos por el sentimiento, el "pellizco".

Quizá quien mejor pueda ilustrar lo que trato de explicar sea Miles Davis y recurro a transcribir algunos pasajes de su autobiografía en la que habla de cómo entendían y trataban el blues Charlie Parker (Bird), Lester Young, Cannonball Adderley, John Coltrane y él mismo.

En el Club Three Douce. Época a la que hace referencia Miles Davis


....Bird podía tocar en estilos absolutamente distintos unos de otros y no repetir nunca la misma idea musical. Su creatividad y su imaginación eran infinitas. Cada noche acostumbraba volver del revés la sección rítmica.
Supón que tocábamos un blues, Bird empezaba en el undécimo compás. Aunque la sección rítmica continuara tal como iba, Bird se lanzaba a tocar de un modo que hacía que la sección sonase como si estuviera en los acentos uno y tres en lugar de dos y cuatro. Nadie era capaz de seguir a Bird en aquellas fechas, excepto quizá Dizzy. Cada vez que hacía aquello, Max le gritaba a Duke que no tratara de seguir a Bird. Quería que Duke siguiera tal como iba, porque no habría sabido adaptarse a Bird y habría jodido el ritmo.

....De música, Bird no hablaba jamás. Excepto una vez que le oí discutir con un músico clásico amigo mío. Le decía que uno puede hacerlo todo con los acordes.
Yo disentía, le dije que no podías tocar un re natural en el quinto compás de un blues en si bemol. Él dijo que sí podías. Tiempo después, una noche, en el Birdland, oí a Lester Young hacerlo, pero distorsionando la nota. Bird estaba presente cuando ocurrió y se limitó a mirar hacia mí con una expresión que indicaba: «Ya te lo dije», a la cual recurría cuando te había mostrado que tenía razón.

(del capítulo 5 de la Autobiografía de Miles Davis - Ediciones B)



Miles Davis, John Coltrane, Paul Chambers, Philly Joe, Red Garland y Cannonball Adderley. (El sexteto del que nos habla Miles Davis)

....Mi idea básica respecto al trabajo del sexteto era conservar lo que ya había funcionado con Trane, Red, Joe, Paul y yo mismo, añadir la voz de blues de Cannonball Adderley a la mezcla y después llevarlo todo al límite. Presentía que el saxo alto de Cannonball, arraigado en el blues, enfrentado a la forma de tocar de Trane, armónica, rica en acordes, a sus planteamientos formalmente más libres, crearía un nuevo tipo de sentimiento, una nueva clase de sonido, puesto que la voz de Coltrane ya se abría camino en una nueva dirección.
.... Aquella primera noche en Chicago empezamos con blues, y Cannonball se quedó plantado en el estrado con la boca abierta, escuchando a Trane tocar a su manera característica. Finalmente vino a mí y me preguntó qué tocábamos, y yo respondí: «Blues.» Él replicó: «¡Vaya, nunca había oído tocar los blues así!»
Mira, por muchas veces que tocara una tonada, Trane encontraba siempre un camino para que cada noche sonara diferente. Cuando el turno terminó le dije que se llevara a Cannonball aparte y le aclarase lo que estaba haciendo. Lo intentó, pero habíamos sustituido tantas cosas en el modo de los doce intervalos que si no estabas al tanto del momento en que empezaba, de dónde entraba el solista, cuando prestabas atención probablemente no entendías lo que había pasado.
Cannonball me había dicho que lo que Trane tocaba sonaba a blues, pero que en realidad no lo era, que era algo totalmente distinto. Esto le había jodido, porque Cannonball era precisamente un intérprete de blues.
Sin embargo, Cannonball aprendía deprisa y descubrió el intríngulis en un abrir y cerrar de ojos. Era como una esponja: lo absorbía todo. Con respecto a los blues yo debía haberle advertido previamente que aquélla era sólo la manera que Trane tenía de tocarlos, puesto que Cannonball era el único del grupo que no había actuado anteriormente con él. Pero en cuanto Cannonball comprendió lo que ocurría, se metió en ello de cabeza y tocó hasta perder el culo. Él y Trane eran intérpretes distintos, aunque geniales los dos. Cuando Cannonball se incorporó a la banda gustó inmediatamente a todos porque era un tipo jovial, grandote, que siempre reía, verdaderamente amable, un caballero, y listo donde los haya.

(del capítulo 11 de la Autobiografía de Miles Davis - Ediciones B)


Y de como Miles nos habla del sentimiento del blues comparándolo con el flamenco (la soleá) y las raíces africanas, cuando preparaba "Sketches Of Spain".

....Soleá es una forma básica del flamenco. Es un canto sobre la soledad, sobre la añoranza y la pena. Se encuentra próximo al sentimiento negro americano del blues. Procede de Andalucía, por lo cual tiene una base africana.

(del capítulo 11 de la Autobiografía de Miles Davis - Ediciones B)


Las selecciones

El material reunido me permitía realizar toda una serie, como así fue. Traigo aquí las primeras cuatro de ellas para ilustrar lo tratado, aunque, como dije, hay otras en las que se recogen singularidades como las realizadas por los andaluces "Pata Negra" o toda una colección del desierto: "Rêves D'Oasis"


Si realizáramos las audiciones completas de los cuatro volúmenes navegaríamos por un buén puñado de décadas e intérpretes. Desde solistas a grandes orquestaciones. Sonidos acústicos, electrificados y sintetizados, donde a veces el instrumento principal es la voz y otras la flauta, el saxo, la trompeta, la harmónica o el violín. El blues será fácilmente reconocible en algunos temas; en otros, el músico nos transportará más allá, aunque siempre nos dará claves que nos devolverán al sentimiento "azul".


AUDICIONES SELECCIONADAS

Para las audiciones en el blog no podía poner todos los temas de las cuatro selecciones, serían demasiadas; pero para el que desee escucharlas facilito una pequeña muestra, la mayoría de ellas en vivo, en la que he procurado la máxima variedad y representación. También se incluyen las portadas y las listas de intérpretes y temas de cada volumen. Espero sean de vuestro agrado.





22 marzo 2007

Cuento sonoro para Isadora

Ese día, Isa estaba muy, muy contenta. Les visitaba Dié que era muy simpático y alegre y, además, iban a pasar el día en un bonito lugar del campo junto a su mamá. Oh! estaba impaciente por salir. Así que madrugó, preparó su mochila y desayunó en un pis pas, mientras Pao – su mamá – se asombraba de no tener que animarla a que terminara los cereales. Cargaron todo en el coche y su perrita Morochita, de un brinco, se coló en la parte trasera.


Mientras Dié tocaba con su rara flauta una bonita y extraña melodía, Isa y Morochita se bañaron en el río, corrieron y jugaron a te tiro el palo y tu me lo traes… De repente, Morochita se paró en seco y empezó a ladrar a una flor. Isa, intrigada, se acercó y sus asombrados ojos vieron que allí tenían su casa unas laboriosas y simpáticas hormigas. Después de estar un buen rato observando como se organizaban, limpiaban su casita y colocaban los huevos en la parte más sombreada y fresca llevándolos con sumo cuidado en tiernas hojas, volvió al improvisado campamento atendiendo la llamada de su mamá que anunciaba que la merienda estaba lista.


Las palabras le salían a borbotones mientras le contaba a su mamá lo de las hormigas. - ¡Toma, come!. (Debes estas desfallecida para que tu imaginación se haya desbordado de esa forma, pensó para sí Pao). – Y cuando os terminéis el bocadillo, iremos a recoger leña para hacer una buena fogata. Ya empieza a oscurecer.


¡Qué hambre tengo! - Siempre que vengo al campo los bocadillos me saben más ricos - Mientras Isa pensaba esto, le largaba a Morochita, que impaciente batía su rabo a uno y otro lado con frenético ritmo, una buena ración que devoró en un abrir y cerrar de ojos.


Lo de recoger leña fue muy divertido porque Dié se inventó un juego de hacer montones para ver quién llevaba más palos. Bueno, Dié llevaba muchos a la vez, pero disimuladamente los repartía en los de Isa y Morochita y cuando le quedaba uno, hacía como que no podía con él. Se tambaleaba con el peso de una astillita haciendo unos vaivenes muy graciosos. Isa se partía de risa.

Cuando encendieron el fuego, Pao no entendía porqué Isa miraba los palos uno a uno antes de echarlos a la lumbre. Al coger uno que parecía un clarinete, muy redondo y más ancho en un extremo, su hija lo sacudió y cayeron un par de bichitos. Miró en su interior y vio que había un buen puñado de hormigas. Entonces, Dié lo cogió, se acercó a la boca el extremo más estrecho y empezó a soplar con fuerza. Las hormigas salieron volando a la vez que por el tubo del palo salía un vibrante sonido como nunca habían oído. Entre el crepitar de las llamas y el sonido del tronco, las hormigas siguieron subiendo cada vez más y más alto hasta que se fueron convirtiendo en deslumbrantes estrellas en lo alto del cielo.




Fue tal la alegría que sintió Isa, que empezó a bailar alrededor del fuego dando vueltas sobre sí, alzando y bajado los brazos y la cabeza, mientras Morochita la perseguía dando saltos y ladridos. Dié acompañaba su danza tocando la harmónica y Pao, entre risas, batía las palmas aplaudiendo con acompasado ritmo.





… Cuando la serenidad de la noche empezó a sentirse, Isa se acurrucó rendida en el regazo de su mamá y Morochita se hizo un ovillo arrebujándose a los pies de Isa.




Para entonces, Dié tocaba con su harmónica el Claro de Luna.


*** FIN ***



Personajes:

Isa (la niña)
Morochita (la mascota de Isa)
Pao (la mamá de Isa)
Dié (el amigo músico)

¡Audiciones del Cuento! CLIC AQUÍ

1 - “Ribite Se Mollyat Za Deujd (The Fish Are Praying For The Rain)” de Theodosii Spassov Trio – (Cuando Dié toca el Kaval - la flauta de los Balcanes - junto al río)

2 - “El llam i la centella” de Mallol – (Cuando Dié toca el Didjeridoo – soplando el palo hueco-)

3 - “Ritual Fire Dance {El Amor Brujo}” interpretado por Larry Adler - (Cuando Isa baila alrededor del fuego)

4 - “Clair de Lune” interpretado por Larry Adler - (Cuando Dié toca la harmónica al final)

Notas:

Este cuento está dedicado a la blogera más joven de habla hispana (Isadora y sus historias) y es una adaptación de una de las leyendas sobre el nacimiento del “didjeridoo”, instrumento de los aborígenes de Australia.

El tema incluido en el cuento (“El llam i la centella”) pertenece a un artista ambulante (Mallol) que tocaba el didjeridoo en una calle barcelonesa, a la vez que vendía sus cd’s. Mi amigo Pedro Suárez lo compró y me lo regaló a condición de que lo insertara en este blog dedicado a las músicas. Nunca pensé que a su vez valdría para regalar un cuento sonoro a una joven artista y escritora. Los colages que dan imagen al cuento los realicé con ilustraciones recogidas en la Red. Ya se dabe, unas cosas llevan a otra.

Los siguientes enlaces amplían la información sobre los otros temas musicales del cuento: sobre el kaval, sobre la harmónica y sus intérpretes.

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Comunidad didjeridoo

Existe una amplia comunidad que practica el aprendizaje e interpretación de este instrumento que se toca soplando palos de eucaliptos que han sido ahuecados por las termitas. Hay que saber realizar una “respiración circular” para que el sonido sea contínuo: se toma aire por la nariz mientras se sopla de distintas formas para conseguir una amplia gama de sonidos. A veces se obtienen sonidos percusivos golpeando con palos a la vez que se sopla.

Merece la pena conocer las leyendas aborígenes que circulan alrededor del llamado didyeridoo y que nos cuentan la creación del Universo a través de míticos personajes como la Sierpe del Arcoiris, gigantes, los guardianes de la Creación, el fuego, las centellas, ...

Para el que quiera saber más sobre el didjeridoo no tendrá ninguna dificultad en encontrar un montón de páginas a través de Google.

16 marzo 2007

Las chicas son jazzeras 2


UNA VETERANA SAXOFONISTA: PEGGY GILBERT

El año pasado (2006), Jeannie Pool estrenó el documental "Peggy Gilbert & Her All-Girl Band" dedicado a esta genial saxofonista, directora de varias orquestas de jazz formadas por mujeres como Peggy Gilbert & Her Metro Goldwyn Orchestra, Peggy Gilbert & Her Symphonics o Peggy Gilbert & Her Codees.

Anteriormente Billy Wilder le hizo un guiño en "Con faldas y a lo loco", donde el grupo de chicas que aparece bien podía ser el de Gilbert y compañía.

Peggy era una genuína leyenda del jazz, vivió 102 años y en 1998 aún seguía tocando con The Dixie Bells, su última banda formada por veteranas del jazz (compuesta por la trompetista Marnie Wells, la también saxofonista y clarinetista Natalie Robin, la pianista Georgia Shilling, la contrabajista Pearl Powers y la baterista Jerrie Thill). Si tenemos en cuenta que esta orquesta la fundó en 1974 cuando contaba con 69 años, nos da una idea de que no en vano se le considere una auténtica heroína.

Escritora de numerosos ensayos y artículos, en abril de 1938 escribió ¿Por qué las mujeres somos inferiores? en la prestigiosa revista Down Beat reivindicando el papel de la mujer en el jazz. Profesionalmente sus orquestas compitieron con las de Benny Goodman o Louis Prima, tuvo una enorme presencia radiofónica y televisiva, participó en varias películas, y sería interminable la lista de premios y homenajes recibidos a lo largo de su fructífera vida. Betty se fué definitivamente el pasado 12 de febrero. Toda una mujer del jazz.

Peggy Gilbert, 1905-2007

Saxophonist, bandleader and advocate for women musicians gives her philosophy of life, at age 100.