El mayor de los ruidos
Silencio
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube
caen recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
Octavio Paz
***
Cristal Silence
Piano: Chick Corea - Saxo: Joe Farrell
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1 comentario:
Pues sí, millass, lo demás es silencio; pero a propósito de cristales silenciosos (muy buena la melodía de Corea) y chistes a continuación incluyo un relato que se me ocurrió escribir como catarsis, luego de un problemita cotidiano. Es un poco localista pero creo que se entiende.
Lágrimas de Cristal
Acostado en el sofá, mientras escucho la melodía “Under the Walkside” con los Temptations, repaso lo sucedido ayer (un sábado inusual).
Pasó qué, como a las once y media de la mañana, en un café del centro comercial “Mira montes”, me despedí de X, luego de charlar un poco sobre jazz y de cerrar la venta (X intermedia en la compra) de un vehículo marca ... qué mas da...¡ japonés fabricado allá, eso si¡. Después, me dirigí al sótano, donde había estacionado el dicho vehículo, no sin antes llamar en el camino al vendedor de la agencia Sinsubishi, para preguntarle si aún existía el carrito color gris que había visto el sábado pasado. Su respuesta fue “sí, pero mejor resérvelo porque le lleva ganas otro cliente” y le respondí que sólo pasaría al banco a hacer un par de operaciones y llegaría. Contento, pero a la vez con un cierto regusto amargo que dan las despedidas, me dirigí en la “nave azul” a otro centro comercial vecino (hay bastantes ya, en la periferia de la ciudad), para realizar dos operaciones bancarias. El MP3 al que bauticé como “Las Viejitas”, cambia ahora de pista y suena “Green Green Grass of Home”, versión de Tom (Jones).
<< Uhh... los 70’s, ...¿que sería del militar aquel que estudiaba en la “U”, que a veces me daba jalón y que una ves cuando pasábamos por ahí (entonces sitios baldíos, donde ocasionalmente asaltaban a aquellos temerarios que se atrevían a usarlos como atajo), fue detenido por un guerrillero famoso para reclamarle su colaboración con el movimiento, so pena de hacerle saber a su familia que se estaba yendo a meter a los prostíbulos? >>.
Casi al filo del medio día, llegué al lugar. (ahorita, la pista cambia a Brasil, versión Gato Barbieri; la selección musical la hice con criterio cronológico más que por género). Me senté en la banca que hay a la orilla del parqueo, para revisar las operaciones por hacer, pero más que nada para descontrolara un posible perseguidor.
<< Ahh... la música...Debe ser jodido agarrar un delirio... ¿Saldrían libres los de la banda de asaltantes que operaba por los alrededores?, espero que no, sobre todo ese... que le decía al compañero -que me exigía, con el arma apretándome el costado que le entregara el dinero que había retirado del banco, cuando yo lo que hice fue pagar el recibo del teléfono y la luz, ya que el del agua todavía no había llegado porque se robaron el contador, unos meses antes que se entraran a la casa y se llevaran, entre casi todo, el equipo de sonido que casi me atrevo a asegurar es el mismo que ahora escucho y que compré usado en el mercado La Presidenta - “pégale un tiro a ese... si no te quiere dar el pisto”>>
Después de ese respiro, que me permitió observar una magnifica vista del Volcán de Agua, y del de Fuego, además de recordar cosas como:
- lo angosta que era la calle de enfrente hace unas cuatro décadas y que por esa calendas, para hacer las transacciones por las que iba, hubiera tenido que atravesarme el sitio baldío propiedad de no se quien (eso era entonces el lugar donde estaba sentado) para tomar la camioneta que me llevara a las respectivas centrales bancarias y
- porqué elegí ser cliente de ellos (uno lo escogí por razones sentimentales, hace ya como cuatro lustros, ya que ahí trabajó como conserje mi padre y yo como de siete años lo veía salir de casa, con su gabacha color plomo, diciéndome “voy a la carpintería a terminar un banco que te estoy haciendo”. Esta boba anécdota, todavía me enternece.), y el otro, no hace mucho, porque ahí depositaba los sueldos la institución donde trabajaba,
me encaminé, resuelto ya a reservar el auto (que era por decirlo así, el “leif motiv”), al Banco “Y” a realizar la primera operación. Justo en este momento (ya Gato grababa cortes largos para la época), suena la siguiente pista y como no la reconozco, voy a revisar la lista de melodías y veo “Mi pueblo natal” Grupo Niche; aprovecho para verificar si la PC ya descargó “I never knew” (Parker, Gillespie, Mingus, Roach y Powell) y coger la carta que como a las cinco de la tarde de ayer, me pidió la jefa de agencia del banco “Y” que redactara para solicitar a la central resolver mi asunto, advirtiéndome que llevaría algunos días para que lo analice la unidad de riesgo, regreso, adelanto la pista misteriosa porque no gusta, me vuelvo a apoltronar y leo:
Guatemala, 9 de junio del 2007
Señores: Banco “Y”
Por este medio, atentamente me dirijo a ustedes para exponer lo siguiente:
1. El día sábado 09 de junio del 2007, llegué a la agencia de Periferia, para efectuar la operación de retiro de ahorro de mi cuenta _______, por Q.5,000.00 (cinco mil quetzales) según consta en formulario de retiro de ahorros No. ______, registrada a las 12.09. (adjunto fotocopia)
2. Por ser una cantidad considerable, dado el riesgo actual, solicité al cajero J.P., que por favor me lo pusiera en un sobre, regresando con el dinero en el sobre engrapado, que procedí a poner en la bolsa del pantalón, sin volver a contarlo.
3. Luego, me dirigí a la agencia del Banco “Z” en el mismo centro comercial para depositarlo en mi cuenta de depósito de dicho banco, operación registrada a las 12.55, según consta en comprobante de depósito No. -------(adjunto fotocopia). Es el caso que, la receptora de dicho banco, al momento de hacer yo el depósito, procedió a abrir el sobre y contar el dinero, resultando en el conteo Q. 5,300.00 (cinco mil trescientos quetzales), devolviendo Q. 300.00 (trescientos quetzales). Esto llamó mi atención y regresé a la agencia “Y” para exponer el asunto a la jefa de la misma. Revisamos la operación en la libreta y constaté que la cantidad registrada como retiro fue de Q.5,800.00 (cinco mil ochocientos quetzales) y no de Q 5,000.00 (cinco mil quetzales 9 como consta en la solicitud de retiro ya citada (en mi prisa había leído el número ocho como cero). La jefa de agencia llamó al cajero (JP) quien manifestó haber contado y entregado Q5,800.00 (cinco mil ochocientos quetzales). Procedieron a realizar un corte de caja, cuyo resultado...........
Interrumpo, no sólo por que las malas lecturas me dan sopor, sino porque la pista que suena: Cristal Chandelliers (Vic Dana), me recuerda al amigo que me pidió grabársela y que, hace poco se suicido al saberse estafado (USD 750,000) por una financiera.
Me froto los ojos y luego los cierro, la pista termina, a lo lejos escucho que inicia una nueva melodía “Il Mondo” (Emilio Pericolli), los abro de nuevo y en la ventana veo como resbalan 2 gotas de lluvia. ¡Qué más da¡
Saludos
solojazz
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